martes, 17 de febrero de 2009

Ya no lo siento más...

Ligera de sabores y dolores,

Parada en el mismo lugar.

A la espera de nada,

En búsqueda de todo.

Y sobre todo, feliz.

1 comentario:

el Tomi dijo...

La herida de la daga es así, el filo no desgarra y cicatriza mas prolijo. Salvo que toque el corazón.
Por eso la prudencia amorosa impide portar armas blancas que tengan mas de cuatro dedos juntos de una mano.
Por eso y porque así como a las armas las carga el diablo, a las armas blancas las cargan los ángeles.