Necesidad, tortura, demanda.
Eso enfermizo pero sutilmente enmascarado. Eso que los unía y se desvaneció. Atados al tiempo, gran enemigo, fueron víctimas de su paso y sus revelaciones.
La máscara del amor fragmentada en pedazos, que filosos, yacen sobre el piso.
Ella descalza baila sobre y entre ellos. Sus pies sangrantes escriben el nombre del hombre que le dió vida y que hoy desde lejos, en algún lugar, la siente morir en su pecho.
Hace 10 meses
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